Moisés se presenta ante el Faraón pidiendo que libere a su pueblo. El Faraón se niega: no quiere liberar a los esclavos y no cede en su decisión, a pesar de los castigos que Dios manda sobre el pueblo egipcio. Sigue manteniendo los israelitas en cutiverio hasta la muerte de su proprio hijo, momento en el cual les permite la libertad. Moisés guiará al pueblo israelita en su salida de Egipto.