En una pequeña aldea llamada Pietrelcina, en medio de las montañas de Italia del sur, conoceremos al joven Francisco. Tras servir como fraile durante muchos años, Francisco se hace sacerdote y comienza su primera misión a pesar de su precaria salud. Aparentemente un hombre severo, silencioso y solitario, Francisco demuestra su amistad y empatía hacia los necesitados. Todo el mundo le conocerá más adelante como “Padre Pío”.