Un enorme rubí enclavado en un mosaico de un tigre es robado por unos ladrones. Ellos desconocen que el robo de esta valiosa gema volvería a despertar las fuerzas del malvado Suyodhana, el sacerdote de la diosa Kali. Mientras tanto, en el palacio de Kiltar, la espada de Sandokán se rompe. Nuestro héroe, junto a su fiel compañero Yáñez, se dirige hacia Madrás para encontrar una espada de reemplazo. Lo que no saben es que Suyodhana está detrás de ellos, preparándoles una emboscada para capturarles.